martes, 10 de diciembre de 2013

Como evitar el blanqueo del producto de la corrupción.

Celebramos el Dia Mundial contra la Corrupcion con un  articulo de....


Juan Miguel del Cid Gómez
Profesor de Economía Financiera y Contabilidad


 Presidente de Honor de INBLAC
En el contexto de corrupción a gran escala, las formas más frecuentes de ingresos son los derivados de la aceptación de sobornos o comisiones ilegales, la extorsión y la malversación de fondos del tesoro de un país por una variedad de medios fraudulentos. El blanqueo del producto de la corrupción puede tomar una variedad de formas, dependiendo de la naturaleza del acto corrupto. En general, el dinero de estos actos irá a parar a un familiar o asociado de una persona del medio político (PEP en sus siglas en inglés) o recalará en una cuenta bancaria a nombre de una compañía pantalla o un trust  en el que el PEP será el beneficiario efectivo.
La pregunta que podemos hacernos es si los bancos hacen lo suficiente para identificar el dinero procedente de la corrupción que circula a través del sistema financiero mundial. La opinión pública y distintas organizaciones no gubernamentales han pedido reiteradamente un nuevo enfoque por parte de los gobiernos para identificar y sancionar a los bancos que no cumplen con sus obligaciones de identificar a sus clientes y sus fuentes de riqueza, especialmente a los clientes que sean políticos y altos funcionarios.
Hace varios años, la organización Global Witness reveló que bancos como HSBC, Barclays, NatWest, RBS y UBS habían aceptado millones de libras de políticos nigerianos implicados en sobornos. Otra banco como Barclays permitió a Teodorín Obiang, hijo del presidente de Guinea Ecuatorial, comprar obras de arte por valor de 18 millones de euros procedentes de una subasta de bienes del fallecido Yves Saint Laurent. Teodorín  declaraba por entonces un salario de aproximadamente 6. 000 dólares al mes como ministro en el gobierno de su padre, sin embargo, era conocido por su gusto por el lujo, lo que incluía la propiedad de una mansión en California valorada en 35 millones de dólares.
La Financial Services Authority (FSA), autoridad financiera reguladora de Gran Bretaña, tras un estudio de las prácticas de debida diligencia de las entidades financieras de ese país, concluyó que tres cuartas partes de los bancos analizados no estaban haciendo lo suficiente para establecer la legitimidad de la fuente de riqueza de sus clientes y una tercera parte de estos bancos no hacía lo suficiente para identificar a las personas políticamente expuestas.
Ante este panorama, es evidente que queda mucho camino para impedir que el dinero de la corrupción circule a través del sistema financiero con total impunidad. Las legislaciones contra el blanqueo de capitales deben ser aplicadas con el  mayor rigor, aunque supongan una merma del negocio bancario. A fin de garantizar que el dinero que manejan está limpio, las entidades financieras y los reguladores deberían aplicar tres principios clave:
1) Si un banco no puede conseguir que sus clientes que son políticos de alto nivel expliquen sus fuentes de riqueza, entonces debe rechazar el dinero. Los políticos de alto nivel deben ser capaces de explicar cómo han obtenido sus activos legítimamente, sobre todo si hay una diferencia significativa entre su sueldo oficial y su riqueza real.
2) Los bancos y los gestores de inversiones deberían revelar todos los detalles de los activos estatales que administran. En una dictadura, donde un individuo, o un pequeño grupo de personas, ejercen un poder casi total, hay una línea muy delgada que separa el Estado y las inversiones personales.

3) Debería obligarse a que los registros nacionales recojan los datos del beneficiario real o  de la persona que en última instancia controla una empresa o un trust. Los políticos corruptos suelen ocultar su identidad, y por lo tanto sus activos, detrás de empresas pantalla y estructuras jurídicas complejas opacas. Esto hace que sea muy difícil para los bancos averiguar quién controla realmente los activos.

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